Innovación y sostenibilidad en el corazón del Languedoc
Cerca de Carcasona, dos fincas en Baudrigue y Raissac-sur-Lampy se convierten en un ejemplo vivo de cómo la tecnología y la agricultura regenerativa van de la mano para dar forma a un nuevo modelo productivo, social y medioambiental. Aquí, Nectar & Co, un proyecto de Alexis Muñoz, está recuperando el olivar como cultivo histórico de la región, combinando técnicas agroecológicas, ganadería extensiva, turismo sostenible y una instalación inteligente de riego operada con tecnología Spherag.

Agricultura regenerativa en Baudrigue y Raissac-sur-Lampy
La finca Baudrigue cuenta con 150 hectáreas, de las cuales un tercio está ocupado por bosque autóctono. En las 100 hectáreas restantes, olivos jóvenes de cuatro variedades (Arbequina, Arroniz, Picual e I-15P) crecen rodeados de 7 km de setos biodiversos, pastoreo rotativo de ovejas, más de 300 cajas nido para aves y estanques junto a cada hidrante, que al tiempo que desempeñan una función natural de filtrado de agua, favorecen la presencia de anfibios que actúan como aliados naturales en el control de plagas. En Raissac-sur-Lampy, por su parte, se han plantado 70.000 olivos en 72 hectáreas siguiendo la misma filosofía.
Toda esta red agroecológica recuerda que aquí no se cultiva solo aceite, sino también biodiversidad, paisaje y futuro.

Lejos de ser una gran plantación intensiva, el modelo de Nectar & Co apuesta por la diversificación, la descentralización y el respeto por el territorio. Esta finca es una de las muchas pequeñas explotaciones que conforman el mosaico de fincas del proyecto. Un modelo pensado para revitalizar el entorno rural sin generar tensiones, que contempla la creación de hasta 50 empleos y objetivos tan ambiciosos como almacenar 30.000 toneladas de CO2 o plantar 1.000 hectáreas de olivar regenerativo.

No se trata solo de producir aceite. Se trata de hacerlo de forma que el suelo gane vida, la fauna regrese, las comunidades locales se fortalezcan y los visitantes puedan entender y experimentar otra forma de estar en el mundo. La finca incluirá un espacio de ocio con catas, alojamiento y visitas guiadas, acercando el turismo a la cultura oleícola con el mismo enfoque que una bodega, pero desde la olivicultura.

El reto: orografía compleja, sectores dispersos y máxima exigencia en sostenibilidad
Con 25 sectores, 5 estaciones de riego y una orografía compleja, el reto técnico de la instalación era importante. Además, el uso eficiente del agua es clave en un proyecto regenerativo de este tipo. Por eso, se apostó por la tecnología de SPHERAG, instalada por el equipo de Soverdi en tan solo dos jornadas.

En la finca se han desplegado 28 dispositivos Atlas (modelos Atlas 2 y Atlas +) con los que se actúa sobre 31 válvulas y se monitorizan 5 contadores y 26 sensores de presión. La instalación se ha realizado sin cables soterrados y con una estructura de soporte mínima, lo que garantiza el menor impacto en el entorno y facilita su ajuste y mantenimiento.
Entre las funcionalidades implementadas:
- Control remoto y modular del riego
- Monitorización de presión
- Programación avanzada y secuencial
- Visualización satelital de la finca
- Servicio de alertas
- Soporte técnico tanto desde Soverdi como desde SPHERAG
Además, los dispositivos solares encajan perfectamente con los criterios sostenibles del proyecto, reduciendo el consumo energético y facilitando el mantenimiento en zonas de difícil acceso.

La finca de Baudrigue cuenta también con una estación meteorológica con sensórica de Metos, tecnología con la que la plataforma de SPHERAG tiene plena integración. Esto permite la recopilación de datos climáticos en tiempo real que facilitan la toma de decisiones informadas y la adecuación de las tareas agrícolas a las condiciones reales del campo.
Tecnología y compromiso: beneficios compartidos
Para Nectar & Co, contar con una solución como SPHERAG permite optimizar cada gota de agua, reducir desplazamientos y mejorar el control sobre una finca grande y diversa. Para el instalador, la facilidad y rapidez de montaje convierte a SPHERAG en un aliado estratégico en proyectos que combinan alta tecnificación y sensibilidad ambiental.

En palabras de Alexis Muñoz, este proyecto no es solo una explotación agrícola, sino una forma de reconectar con la tierra. Y en ese camino, la tecnología no es un fin, sino un medio que permite hacer más, mejor y con menos impacto.
